– Basada en la novela póstuma de Edith Wharton, la serie busca inspirar a las jóvenes valores como la inclusión, la sororidad y la confianza en sí mismas, asegura la directora Susanna White
Hace 100 años, en 1923, la escritora Edith Wharton fue la primera mujer nombrada Doctor honoris causa por la Universidad de Yale.
Ya era una autora consolidada, había ganado el premio Pulitzer en 1921 por «La edad de la inocencia», su obra más conocida y, sobre todo, era referente de miles de mujeres, a quienes les hablaba en sus relatos, considerados por muchos como atemporales.
No es de extrañar que Apple TV+ la haya considerado para hablarle a las nuevas generaciones de mujeres, retomando su obra póstuma «Las Bucaneras«, uno de sus relatos más personales.
La serie basada en esta novela se estrena hoy en la plataforma de streaming, de la mano de Susanna White (Andor), quien espera que influencie a las jóvenes, tal como lo hizo con ella en la universidad.
“Nunca había estado en Estados Unidos, así que mi idea de este país la recibí de Edith Wharton”, cuenta White en entrevista. “Pensé que esta (Las Bucaneras) era una historia asombrosa sobre la política femenina y la raza, muy adelantada a su tiempo”.
La discriminación, el feminismo, pero también lo que hoy conocemos como sororidad (el apoyo entre mujeres) son parte principal de la trama sobre cinco chicas, hijas de los nuevos ricos de EU, que son enviadas a casarse con un aristócrata de Inglaterra.
Ya estando en otro país, rompen las reglas al no buscar un marido para obtener una posición.
“El mensaje más hermoso del programa es que no importa cualquier relación de pareja que puedas tener a largo plazo, siempre tendrás a tus amigas a tu alrededor y eso es lo más fuerte que tienes. En realidad, no importa del todo qué persona elijas porque las personas que más importan son tus amigos, que siempre estarán ahí para ti”, destaca la directora.
En 1938, un año después de la muerte de Wharton, fue publicada la versión incompleta de esta obra, mientras que para 1993 se liberó la versión definitiva terminada por Marion Mainwaring, después de un minucioso estudio de las notas y la sinopsis que Wharton dejó.
Ahora, la serie de ocho capítulos fue adaptada por la guionista Katherine Jakeways, quien en conjunto con Sussana White trabajó para que la historia siguiera manteniendo su espíritu atemporal, que encaja con las preocupaciones de las mujeres en la actualidad.
“(En ese entonces) el único camino de una mujer hacia el poder era ser elegida por un marido. La única manera de tener independencia era convertirse en esposa, entonces se podría pensar que es un problema particularmente del siglo XIX”, explica White.
“Pero en realidad los problemas que plantea la serie son muy universales porque creo que todas las mujeres jóvenes están tratando de descubrir quiénes son en el mundo y si toman la decisión de estar con una persona, es posible que tengan un tipo de vida y si eligen estar con otra persona, es otro tipo de vida y eso conlleva presiones y cierta ansiedad”.
A ritmo de las jóvenes
Para acercarla a la realidad actual de las jóvenes decidieron musicalizarla con canciones de cantantes femeninas estadounidenses y latinas como Olivia Rodrigo, Taylor Swift, Sharon Van Etten, Warpaint y Alison Mosshart, bajo la supervisión de Matt Biffa, productor musical de Swift y Stella Mozgawa, baterista de Warpaint.
“A Taylor Swift (le interesaron) específicamente las experiencias de esas mujeres, que al mismo tiempo de ser objetivadas y criticadas, tratadas como meras mercancías, en cierto modo prosperan y su única moneda es su apariencia, así que Taylor Swift hizo la primera canción donde dice ‘volvamos a mis reglas’”, cuenta Biffa.
Mientas que Mozgawa destacó la expresión femenina a través de los años en las canciones. para formar una propuesta creativa.
“Era muy importante musicalmente conectar y crear un mundo con el que no necesariamente estaban familiarizadas, pero que tiene las mismas necesidades”.
“Después de dejar la universidad, fui a una escuela de cine en EU y obtuve una sensación mucho más vívida de la cultura estadounidense y del choque cultural, esta idea de los forasteros y todas las reglas de diferentes sociedades, y porque aún cuando estas niñas podían ser las más ricas de EU no fueron aceptadas en la sociedad de Nueva York porque no provenían del tipo correcto de familia o porque había problemas raciales”, señala la realizadora.
Se le denominaba bucaneros a los piratas que en los siglos XVII y XVIII se dedicaban al saqueo de las posesiones españolas. Las bucaneras, en este caso interpretadas por Kristine Frøseth, Imogen Waterhouse, Alisha Boe, Josie Totah y Aubri Ibrag son un grupo de mujeres cargadas de riquezas, pero carentes de modales que se fortalecen a sí mismas con la unión y la fraternidad.