Fue en 1968 cuando Cash se aventuró a realizar un show en las inmediaciones de la penitenciaria y cincuenta años después lo vuelve a hacer “la madre de todas las bandas”, sólo que en esta ocasión a diferencia del pasado, la población es en su mayoría latina.
El evento que fue filmado, tiene el propósito de dar a conocer las historias que hay detrás de algunos reclusos, muchos de ellos hablan arrepentidos de los delitos que cometieron y otros comentan la injusticia de haber sido condenados cuando aseguran que son inocentes.
Mientras que cada reo está contando su historia, de fondo durante todo el documental, se escucha la música que están tocando Los Tigres del Norte en su concierto.
Además, dichas canciones serán parte de un álbum que lanzará próximamente la banda, por el momento solo han dado a conocer dos sencillos en las plataformas digitales, “La Presión de Folsom (Folsom Prison Blues)” y “Mi sangre prisionera”.
La agrupación tocó dentro de las instalaciones de la población carcelaria de hombres y la de mujeres, haciendo pasar por un par de horas, un momento de tranquilidad y emoción a todas las personas que se encontraban escuchándolos atentamente.
La proyección que trata de demostrar la parte humana de cada individuo a pesar de los delitos que cometieron, también tiene la intención de dejar un mensaje de valorar la vida, la libertad y nunca rendirse ante ella por muy difíciles que sean las pruebas que se tengan que afrontar.
Como escenario usaron el patio de la capilla de Greystone, que se encuentra en las instalaciones carcelarias, es un concierto que se podrá disfrutar el próximo 15 de septiembre por la plataforma de Netflix.
maf