Viva la farandula

Esclerosis múltiple no detiene a Humberto Dupeyrón; festeja 35 años del monólogo «El Gorila»

– “Se acabaron las familias, los amores, pero vivo rodeado y feliz por actores que eran muy buenos”, dice el actor rodeado de sus hijos Natasha, Odín, Odette y Osterlen

 

Humberto Dupeyrón está arriba del escenario del Teatro Wilberto Cantón, donde instantes antes acaba de festejar los 35 años de montar el monólogo «El Gorila», de Frank Kafka.

La esclerosis múltiple, que ha llevado al actor a una silla de ruedas en la que dice sus diálogos y recorre el sitio de un lugar a otro, no lo limita.

“Vivo en un asilo muy contento por las personas que me cuidan, que me protegen. Se acabaron las familias, los amores, pero vivo rodeado y feliz por actores que eran muy buenos”, dice.

“De repente salgo como hoy, cuando hay algo para trabajar, a veces hay dos personas y claro que cuando hay gente ganó más”, exclama bromista Dupeyrón.

La gente le aplaude en pie. Durante casi hora y media oye el testimonio de un chimpancé sacado de la selva y que va convirtiéndose en humano paulatinamente.

Primero sufre cuando describe cómo fue amarrado, después ríe al recordar la primera vez que tomó alcohol y grita enojado porque no le quieren hacer unos trámites burocráticos.

La primera vez que Humberto Dupeyrón la actuó fue hace 35 años y este martes, ante la sorpresa de sus propios hijos, se levantó de la silla de ruedas por unos segundos, apoyándose sobre una silla de la escenografía.

 

 

“Ahora que estoy mayor, la línea (del texto) se me olvida, pero tengo la gracia de saber improvisar”, cuenta de buen humor.

Entre el público están tres de sus hijos, Natasha, Odín y Odette, y como parte de la producción el cuarto y también el más pequeño, Osterlen.

Los cuatro suben al escenario para develar la placa conmemorativa, junto con sus tías Elizabeth y Odila, hermanas de Humberto.

“Estamos juntos y nos queremos todos, por eso estamos aquí”, ataja de inmediato Odette para evitar rumores de alejamientos con su padre, quien desde hace cinco años optó por vivir en la Casa del Actor.

Oster y Natasha tienen la idea de hacer algo con «El Gorila», que apenas está en pañales y prefieren no decir más.  Después de todo, su padre aún tiene temporada por todo marzo.

“Y después a lo mejor me extienden más martes”, comenta Humberto Dupeyrón a sus 75 años y al que le energía no le falta.