– Con la ayuda de humanos y la inteligencia artificial, los clásicos de este género parecen más actuales, lo que atrae cada vez más a un público joven
Hace 35 años que Rosita García, protagonista de Rosa salvaje, mostró al mundo cómo terminó su historia de amor con Ricardo Linares, y la turbia relación con la hermana de este, Dulcina.
En esa época, las telenovelas no se grababan en alta definición, sino en videotape, y millones de personas en todo el mundo tenían que encender sus televisores para no perder detalles de su vida.
Pero esto no quedó en el pasado, tan sólo en enero de este año, la actriz que le dio vida a este emblemático personaje, Verónica Castro, recibió un mensaje de su archienemiga, Laura Zapata: “¿Quien está viendo Rosa salvaje por el canal @tlnovelastv? Qué grandes y maravillosos recuerdos; la guapísima @vrocastroficial”, publicó esta última en Twitter.
Vero Castro respondió: “Aquí estamos todas las fans tuyas y de Rosa”. Y no sólo ella, también decenas de fans que miran el melodrama en el canal mencionado por Zapata.
Abonar a esas conversaciones en redes es un gran cumplido de quienes trabajan en TLnovelas, canal encargado de actualizar el histórico acervo de Televisa: “Nuestro talento es como una familia”, reconoce Daniel Lares, su director, “para la audiencia son sus viejos conocidos, ellos han entrado en la intimidad de su casa y es una responsabilidad”.
Pero retransmitir un melodrama en 2023 no es tan fácil como ir a un estante, buscar un título, llevarlo a un aparato y darle play, sino que implica un proceso de actualización que requiere el apoyo de un equipo humano y de inteligencia artificial.
“La remasterización se hace desde hace muchos años en el cine, pero no es igual hacerlo en un material de 35mm que es el film, que del videotape, como es nuestro caso, que además no dura dos o tres horas, sino hasta 120”, dice Lares.
Detalla que aunque ya se trabajaba para aumentar la resolución de las telenovelas (a un formato 16:9 o panorámico), tuvieron que crear un sistema propio que además fuera amable con los cableoperadores, muchos de ellos análogos.
“La idea es que aunque la señal estuviera muy comprimida o de deficiente en calidad, se pudieran notar mejoras en la imagen”, explica.
A partir de 2022, implementaron el nuevo sistema para actualizar telenovelas, que implica muchos ajustes en imagen y sonido. Con ello, el 14 de febrero el canal prevé una nueva etapa continua de telenovelas clásicas con estándares actuales.
“Es todo un proceso. Primero, evaluamos el capítulo uno para ver cómo viene el material de origen, qué ambiente tiene —campirano, citadino—; cómo es la fotografía — oscura o luminosa—; si era en locación o foro, todo eso condiciona la calidad”.
También toman en consideración el tipo de historia que se está contando, pues el estilo de Carla Estrada no es el mismo en Quinceañera que en Amor real; incluso se percibe la diferencia en las historias similares realizadas en distintos años, como en Corazón salvaje de 1993 y la de 2009.
El proceso incluye, además, un retoque digital, que quita detalles como las imperfecciones de los actores, pero cuidando no modificar la edad. Todo seguido de mejoras en el sonido.
Melodrama atemporal
Este año, TLnovelas cumple 30 años de transmisión, justo cuando también se celebran 65 de la telenovela mexicana. Lares recuerda que hace poco algunos daban por muerto al género, pero fallaron: “Cuando el cine empezó a entrar en decadencia llegó la televisión y la telenovela que tomó la estafeta, ¿qué hizo el cine? Adaptarse y reclamar. Lo mismo le está pasando a la televisión y las plataformas”, considera.
Con programas de entrevistas y cápsulas de datos y anécdotas, el canal busca esa interacción con nuevos espectadores, muchos de ellos, asegura Lares, jóvenes: “Antes eran mujeres arriba de los 45 años, pero hoy se ha rejuvenecido la audiencia”.